Alimentación

Nuestra recomendación a todos los propietarios de Labradores es la de la alimentación diaria a base de piensos de alta gama (Acana, Titanium, Taste Of The Wild, Royal Canin, etc). Este tipo de comida procesada en general aporta los nutrientes necesarios para nuestras mascotas y ayuda a los propietarios a controlar la cantidad de ingesta calórica diaria del animal. Hacemos especial hincapié en la necesidad de establecer un criterio exigente a la hora de seleccionar la futura marca con la que alimentaremos a nuestra mascota, puesto que una dieta equilibrada y rica en nutrientes es vital para la salud presente y futura del animal.

A la hora de seleccionar nuestro pienso es especialmente importante también tener en cuenta factores fundamentales como la edad y condición física de nuestra mascota, puesto que el alimento seleccionado debe adaptarse lo máximo posible a la etapa vital de nuestro perro y también a su estado físico general. El Labrador Retriever se caracteriza por su apetito constante y voraz, por lo que debemos calcular correctamente las cantidades diarias de comida que ingiere y vigilar la forma física del perro para ajustar la dosis a medida que va creciendo.

Por otro lado, debemos recordar que la introducción de un pienso nuevo en la dieta de nuestro Labrador debe hacerse de forma progresiva y siempre observando posibles efectos secundarios que pueda generar (diarreas, vómitos, etc) y cabe la posibilidad también de que nuestro perro pueda padecer ciertas intolerancias alimenticias que desconocemos. En caso de duda ante cualquier síntoma que detectemos siempre debemos acudir a nuestro centro veterinario de confianza.

En última instancia, recomendamos a todos los propietarios que hasta el año de edad utilicen suplementos nutricionales denominados "condroprotectores", con los que conseguiremos reforzar el sistema óseo y muscular y favorecer un mejor desarrollo de sus articulaciones durante la etapa de cachorro.

Actividad Física


Junto con la alimentación, todo buen propietario de labrador debe reservar además un momento diario para la práctica de ejercicio moderado, siempre adaptado a la etapa vital de nuestro perro. Se desaconseja la actividad física exigente hasta que nuestra mascota alcance el año de edad, puesto que una exposición severa del cachorro a largas caminatas o actividades físicas prolongadas puede afectar al futuro desarrollo muscular y óseo del ejemplar, en ocasiones incluso con consecuencias nefastas (aparición prematura de displasia en codos y caderas o lesiones en articulaciones, tendones o ligamentos que limiten o deformen el desarrollo morfológico del animal).

Además, es de vital importancia respetar los momentos de descanso del animal y tener siempre agua a su disposición para evitar posibles casos de deshidratación. En días de calor y altas temperaturas se recomienda evitar salidas durante las horas centrales del día y caminar siempre por zonas sombrías. Asimismo, en días de frío y lluvia es recomendable proteger a nuestra mascota de las inclemencias del tiempo con productos específicos como chubasqueros y no olvidar secar el manto del animal con una toalla a nuestra llegada a casa para evitar que el animal pueda permanecer con humedad en el cuerpo durante el resto del día.


El Manto

Estos cuidados son también importantes a la hora de mantener un manto sano y brillante. El Labrador Retriever chocolate es una variedad de la raza, en ocasiones, de pigmentación delicada, de forma que puede verse afectada en mayor o menor medida respecto al labrador amarillo y negro según la exposición ambiental que sufra. Debemos saber que el sol (unido a otros factores fundamentales como la alimentación,  los cuidados y la época del año) puede alterar notablemente el tono del manto de nuestro ejemplar, por lo que se recomienda proteger a nuestro perro de la exposición prolongada al sol durante las horas más centrales del día en épocas como el verano, aunque en ciertos casos nos resulte inevitable (días de playa, excursiones, etc).

Aunque su uso está indicado para humanos, el protector solar puede ser nuestro gran aliado para ayudar a proteger el color de nuestro labrador chocolate durante los días de sol. Basta con pulverizar las zonas más expuestas (cabeza, hocico, orejas, lomo y cola) para ayudar a generar una capa que proteja el pelaje. No obstante, existen varios productos específicos para perros que podemos adquirir en peluquerías caninas o distribuidores oficiales y que pueden ayudarnos a proteger el manto del animal e hidratarlo en periodos de muda o en verano. 

Será habitual también que durante los periodos de muda y los meses de verano el color chocolate del labrador se aclare hasta un tono rubio, anaranjado o rojizo, bien en algunas zonas concretas como la cabeza, orejas y hocico, o en todo el cuerpo de forma homogénea. Se trata de un hecho natural e inevitable pero aún así es importante seguir consejos como los anteriormente mencionados para proteger la salud del manto de nuestro labrador e intentar que luzca lo mejor posible en todas las épocas del año.

Asimismo, es fundamental dedicar tiempo al cepillado de nuestro perro semanalmente y aclarar siempre con agua dulce a nuestra mascota después de baños en zonas de agua salada, ya que la sal es un potente corrosivo del color y favorece además la aparición de caspa en el cuero cabelludo del animal.



Cuidados Veterinarios

Como cualquier otra mascota, nuestro Labrador necesitará también ciertos cuidados y atenciones básicas:

* Calendario de vacunación al día

* Control de desparasitación interna y externa

* Limpieza y mantenimiento de zonas específicas como dientes, orejas y uñas

* Revisión veterinaria anual

Enfermedades Habituales


Esta raza goza generalmente de muy buena salud si se sigue una dieta equilibrada y ejercicio moderado. No obstante, a continuación os detallamos algunas afecciones habituales que pueden llegar a desarrollarse si no se realizan los cuidados básicos del animal o el ejemplar porta herencias genéticas:

  • Displasia de cadera y displasia de codo
  • Luxación de rótula de la rodilla
  • Atrofia progresiva de retina (prcd-PRA), displasia de retina (OSD)cataratas y distrofia corneal 
  • Colapso inducido por el ejercicio (EIC): síndrome que causa hipertermia, debilidad, colapso y desorientación después de episodios cortos de ejercicio.
  • Paraquetanosis Nasal Hereditaria (HNPK): engrosamiento y endurecimiento de la piel, causando costras, fisuras y despigmentación del plano nasal.
    • Miopatía hereditaria (CNM): trastorno hereditario que causa una deficiencia en la fibra muscular. Los síntomas incluyen un modo de andar afectado o «salto de conejo».
    • Narcolepsia (NARC): cataplexia y sorprendentes transiciones desde una debilidad hasta la fase del sueño REM.  
    • Insuficiencias cardiacas como la displasia o la dilatación.
    • Epilepsia idiopática (trastorno crónico)
    • Existen también pequeñas incidencias de otras afecciones tales como enfermedad autoinmune y  también sordera

Todos nuestros ejemplares reproductores han sido testados de las principales afecciones genéticas de esta raza, tales como displasia de caderas y de codos, atrofia progresiva de retina (prcd-PRA), Colapso Inducido por el Ejercicio (EIC), Paraquetanosis Nasal Hereditaria (HNPK), displasia de retina (OSD) y miopatía hereditaria (CNM), además de haber sido sometidos a un ecocardio Doppler para conocer el estado de su función cardiaca.

El Labrador puede sufrir fácilmente trastorno de sobrepeso debido a su gran afición por la comida, aunque la falta de actividad física es un factor que contribuye sobremanera. Un labrador saludable debe mostrar un leve estrechamiento en la cintura -entre la caja torácica y los cuartos traseros, conocido como «reloj de arena»- y mantenerse en forma. El exceso de peso está fuertemente implicado como un factor de riesgo en el desarrollo posterior de la displasia de cadera o de otros problemas en las articulaciones, diabetes y puede contribuir a reducir notablemente su salud general, especialmente cuando alcanza la vejez.

La artritis también es común en los labradores más ancianos y es más acuciante en aquellos ejemplares que tienen sobrepeso. El peso ideal de un labrador adulto de compañía debe oscilar aproximadamente entre los 34 y los 40 kg el macho y entre 27 y 31 kg la hembra* (índices variables según la línea y complexión general del ejemplar).

En el siguiente enlace puedes consultar directamente en la web oficial de la Asociación Española del Labrador Retriever (AELR), y de forma más detallada, las principales patologías de esta raza: